Un proceso de implantación de indicadores clave de riesgos constituye un paso adicional, ya que se basa en seleccionar una serie de riesgos críticos y analizar sus “eventos raíz”, es decir, aquellos eventos que se producen con anterioridad a que el riesgo se materialice.
Por ejemplo, ante el riesgo de impago por parte de un cliente, se puede trabajar la información de gestión y averiguar si en los últimos meses ha habido retrasos en los pagos, si ha disminuido la cantidad de producto comprado, etc…
En ÍTACA estamos convencidos de que el mejor enfoque de abordar proyectos de gestión de riesgos necesita de un fuerte soporte de la dirección, un liderazgo interno claro (control interno, control de gestión o auditoría interna), además de colaboración externa específica para aportar experiencia en metodología práctica y análisis de información.